miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA FOTO DE SIEMPRE


La foto es la de siempre, pero con una variante que la hace mucho más real. Ahora el presidente de la Junta aparece delante de los micrófonos, con las manos abiertas, como entonando una “soleá”, y el trío “La, la, la” (CCOO, UGT y el de la patronal)” aparecen al fondo, que es lugar de coros y palmeros. No falla, Guillermo Fernández Vara es un hombre previsible porque siempre acaba haciendo las mismas cosas y cada vez que tiene un achuchón, convoca a su particular trío de guardia para, en la región del paro, dar sensación de movimiento. ¿Y ahora? Ahora para firmar otro pacto del que posiblemente no volvamos a tener noticias hasta la firma del pacto siguiente, aunque lo importante, que es el redoble de tambor, ya está conseguido: “Sindicatos y patronal pactan con Vara cómo salir de la crisis”. Digo yo que si lo sabían, por qué no lo pactaron antes.

En el pasado debate presupuestario de la Asamblea de Extremadura, ese que a casi nadie interesa, a pesar de que a todos nos afecta, José Antonio Monago perfiló la que puede ser una definición de la trayectoria de Guillermo Fernández Vara como presidente de la Junta: “Usted va a pasar a la historia como el presidente del paro y de la deuda”. Fueron dos torpedos imposibles de desviar con una foto de ocasión, porque Fernández Vara tiene en su haber el dudoso mérito de haber duplicado la deuda de Extremadura en apenas tres años, al mismo tiempo que subía el desempleo de 73.000 a 111.000 parados más. En este sentido, su gestión es equiparable a la de Zapatero, al que también imita en lo del talante y haciéndose fotos con los sindicatos.

“Lo que no tengo, lo pido prestado a los bancos”, parece ser el lema de Fernández Vara, que ha llegado al tope del endeudamiento permitido a Extremadura, hipotecando el presente y el futuro de los extremeños, e incluso el futuro lejano de los extremeños que ni siquiera han sido concebidos, porque la futurible descendencia de esas parejitas de instituto que andan ahora en sus primeros escarceos amorosos, también llegarán a este mundo con el sello de moroso en la frente. Aunque queramos huir del catastrofismo, mal lo llevaremos si no encontramos una varita mágica capaz de cambiar la partitura que Fernández Vara y sus palmeros están componiendo: más paro, más deuda, más impuestos y menos ingresos. Con estos ingredientes, no hace falta ser un Premio Nobel en Economía para vaticinar el futuro: peor que ayer, pero mejor que mañana.

A la deuda que ya teníamos, se añaden ahora otros 600 millones, por la que pagaremos de intereses 46 millones de euros anuales. Y todo esto con 111.000 parados de los que 38.000 no reciben ninguna prestación, mientras aplaudimos y votamos, con una sonrisa de oreja a oreja, como en “Los santos inocentes”, que el nuevo modelo de financiación de Zapatero nos quite 288 millones de euros para poder chalanear con otras comunidades. Eso si, la subida de impuestos del Gobierno es para todos y de Extremadura se llevará otros 180 millones más. ¡Como éramos pocos, parió la abuela! Menos mal que la firma con el de la patronal y los sindicatos al menos nos garantiza una sonrisa. ¡Ay que fresquita está el agua, cuando el agua está fresquita!

No hay comentarios: