jueves, 16 de julio de 2009

HUELE MAL, SABE PEOR


Disculpen la simplificación, pero creo sinceramente que Zapatero pudre todo lo que toca. El “bobo solemne” que decía Felipe González, o el “Bambi” de Alfonso Guerra, ha crecido y sin dejar de ser lo primero ni aparcar la carita de lo segundo, se ha convertido en una pesadilla capaz de arrastrarnos a todos a la cloaca de sus miserables intereses electorales. ¿Qué pensarán ahora los extremeños que lo han votado? Para Zapatero todo lo que no sea Cataluña o Andalucía es desierto, porque tiene puesta la proa en las próximas elecciones y España para él es un abrevadero de votos. Por supuesto que en Extremadura también se le vota y aquí tiene una de las delegaciones socialistas con más recorrido, pero el problema es que aquí se lo sirven en bandeja y no necesita negociar nada. ¿Para qué pagar por lo que te dan gratis?

El hijo tonto de Robin Hood, que robaba a los pobres para dárselo a los ricos, se ha reencarnado en él y lo lamentable es que los pobres todavía lo jalean, lo votan y lo aplauden, mientras se ponen a cuatro patas. Esto de Zapatero huele mal y sabe peor, porque ha roto cualquier atisbo de solidaridad entre las CCAA y ha hecho imposible la necesaria convergencia. Si ya consiguió con sus revisionismos revanchistas resucitar el fantasma de las dos españas, parece que la meta que ahora se ha propuesto es la subrayar con grueso trazo la distancia entre la España pobre y la España rica, pero con la exigencia de los ricos y el aplauso bobalicón de los pobres. Pobres y tontos. Extremadura estará mañana más descolgada que ayer y con esta distribución gañán, sin escrúpulos y desalmada, está demostrando Zapatero su verdadero anhelo social y su verdadero espíritu socialistas. Con lo social y lo socialista, zapatero se enciende un puro.

¿Qué dicen los socialistas como él? Los socialistas como él no dicen nada, porque piensan como él, se comportan como él y quieren lo mismo que él. ¿Y los otros? Los otros, minorías al fin, ni mu, porque los héroes están muy mal pagados en el PSOE. Y lo que decimos los demás tampoco importa mucho porque Extremadura está conforme con lo que llega, sea lo que sea se acepta y mientras los demás exigen, Extremadura calla, vota y baja la cabeza, mansa. Aquí votaremos con la docilidad del vasallo, bendiciendo que Cataluña pase del 16 al 35% del total de la financiación y que nosotros perdamos porcentaje. Consuelo de necios, se nos dirá que vamos a recibir mucho más, pero no se nos dirá que las distancias se agrandan, porque los compromisos de Zapatero no están con los sumisos que, como la madera de sándalo, perfuman el hacha que les corta la cabeza.

El Estatuto catalán que votaron incluso los diputados y senadores socialistas extremeños, trae estas consecuencias y para cumplirlo nos endeudaremos todos, aunque algunos crean que el déficit del Estado lo paga san Calixto. Extremadura los votó a ellos y ellos aprovecharon el voto para votar contra Extremadura. ¡Genial! ¿Qué los catalanes están contentos? Para alegría la nuestra, la de los extremeños, que estamos desbordados de tanta felicidad. No conozco a ningún necio que sea infeliz, así es que ¡viva Zapatero y la madre que lo parió!

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