jueves, 26 de junio de 2008

PP: Partido de centro


Pese a la fanfarria y trompetería interesada, el Partido Popular concluyó su Congreso en unidad y armonía, preservando sus valores, ampliando sus ideas y con el norte puesto en el centro político. Eso sí, para los mercenarios, los correveidiles, voceros y agoreros que se han pasado los tres últimos meses anunciando el hundimiento y la división de la familia popular, “el Congreso ha sentenciado la división porque Rajoy sólo ha recibido el 84% de los votos”. Que Zapatero ganara el suyo con el 41´6 % , indicaba fortaleza, democracia y unidad, pero el 84% de Rajoy es sinónimo de contestación y división interna. ¿Y si logra el 90%? Dirían que había sido un Congreso a la búlgara… ¡Vaya jeta que tienen los tíos!

Bueno, pues con el consiguiente cabreo, todos los amamantados deben recoger su tenderete hasta mejor ocasión, porque el fracaso más estrepitoso ha corrido de su cuenta. De la cuenta de todos ellos, incluidos los córvidos que les pagan, graznando consignas que sólo anidan a sus miserables cabezas de pajarracos. Tristes deben andar los que habían sobredimensionado el poder de las ondas, convencidos de que el que manda en el micrófono podía mandar en el Partido Popular, para guiarlo a distancia, como si fuera un juguete… ¡Cómo se les ha visto el plumero!

¡Han fracasado en el fondo y en la forma! Y con ellos también han fracasado los jerifaltes que tras las cortinas les señalaban el objetivo, mientras que ellos, beatíficos, silbaban y miraban para otra parte. Pretender rectificar a toro pasado, cuando se ha hecho todo el daño posible, es propio de hipócritas, farsantes y cobardes. ¡Para redondear la faena, sólo faltaría que ahora colgasen al mensajero! ¿Será la culpa del radio predicador? ¡Qué gracia!

También han fracasado los tertulianos redentores, los bufones, los abonados del pesebre y cofrades de la cuchara, que se han paseado por todas las cadenas, repartiendo como octavillas, las consignas de sus amos. ¡Han pretendido hacer con Rajoy lo mismo que hicieron con Adolfo Suárez! ¡Que fracaso, porque el Congreso del Partido Popular se ha cerrado, pero los problemas reales de España siguen abiertos! Ni con el oxígeno de la Eurocopa, lograrán evitar la visión de desgobierno, de una crisis galopante, que afecta más a los que menos tienen… ¡Futbol y toros, como lo hacía Franco!

El Partido Popular vuelve a fijar su punto de mira en el centro político y ese es el acierto más notable del Congreso, porque ahí está la mayoría sociológica del electorado. En España siempre ha gobernado el centro, excepto ahora, que no sabemos quienes somos, ni dónde estamos, si a la izquierda, a la derecha, en la estratosfera o en el limbo de los imbéciles.

¿Dónde pondrán ahora su baratillo los profesionales de la mentira y el infundio? Teniendo en cuenta que viven de eso, ya andarán buscando nuevas ubicaciones para poder seguir pasando facturas. Facturas que, Dios que rabia, al final pagaremos entre todos.

viernes, 20 de junio de 2008

José Tomás


EL toreo no es un mano a mano, un cuerpo a cuerpo entre el toro y el torero, aunque sea eso lo que llene las plazas cuando torea José Tomás. Confundir al torero con un gladiador es práctica muy común, porque solemos acudir a la plaza con la misma disposición con que ayer acudíamos al circo romano.


Antonio Castañares, uno de los mejores críticos y comentaristas de la actualidad, dice que «el toreo consiste en vencer al toro con arte y cabeza». El toreo es inteligencia, dominio, conocimiento y ajuste del tiempo y la distancia. La imagen de un torero corneado, cegado y cubierto de sangre, evidencia más torpeza que valentía. ¿El pressing cast no tiene nada que ver con el toreo!


En la lucha de la cerrazón y la brutalidad el toro ganará siempre, porque embiste, no piensa y es capaz de sentar sus dominios en la vía del ferrocarril, con la pretensión de que sea el tren el que se aparte. Por eso lo de «antes una cornada que un paso atrás», que le atribuyen a José Tomás, puede sonar muy torero y tener el mismo fin que el que se tira de un puente o se pega un pistoletazo en la sien. No hace falta mucha ciencia para que un toro te cornee, sólo tienes que ponerte delante de él y cerrarle la salida. ¿Se paga por verlo torear o por verlo pelearse con el toro?


El toreo es una cosa y el morbo por ver como el toro manda, rompe y destripa, otra bien diferente, aunque ese riesgo esté siempre presente cuando uno se enfrenta con la mayor fuerza animal de la naturaleza. Lo que impresiona y emociona en la lidia es el dominio del torero, el conocimiento sobre el animal, la inteligencia para marcar, mandar y guiar y la capacidad para pintar sobre el lienzo de la arena con dos pinceles de tanto riesgo. Entrar a matar, como lo hizo José Tomás en las Ventas, sin apartarse y disputándole al toro su espacio, es una estupidez de gran calibre.


Se precisa más inteligencia para engañar al toro que para dejarte empitonar por el. Un torero que es corneado por dos toros la misma tarde y tres veces por el mismo, es como un futbolista que falla tres penaltis seguidos, aunque al primero se le aplauda su valentía y al segundo se le pite por su torpeza. José Tomás es un torero épico por temerario, pero también es épico por su torpeza, por su incapacidad para medir la distancia y por la extraña buena suerte de seguir vivo después de tantos mamporros. Él ofrece cada tarde su ración de sangre y, aunque no está exento de arte, misterio y quietud torera, es eso lo que llama a las multitudes. Está empeñado el hombre ha en suicidarse en el ruedo, así es que ¿hagan cola, señores!

jueves, 12 de junio de 2008

¡ Servidor con los imbéciles !


El Ayuntamiento de Gijón, han iniciado una campaña en pro de la igualdad original, imaginativa y muy integradora. En carteles perfectamente enmarcados en soportes metálicos, como el que ilustra este artículo, propagan en calles y plazas el concepto que tienen de la igualdad y el respeto que le merecen las diferencias. Para ellos si no eres puta, ni negro, ni marica, ni moro, ni sudaca, ni mujer, eres diferente y, por tanto, un imbécil. No sé a qué imbécil se le habrá ocurrido semejante mamarrachada, pero seguro que no lo será tanto como para pagarla de su bolsillo. El disparate está servido y al margen del lenguaje peyorativo, con términos tan atrasados como negro, moro y sudaca, demuestra incoherencia y un importante pellizco de gilipollez. ¡Los asturianos nos han arrebatado a los extremeños el cetro que teníamos desde “las vallas del paleto”!

He llamado al Ayuntamiento gijonés y muy amablemente me han explicado que la campaña está meticulosamente diseñada por un equipo de expertos en comunicación comercial, para buscar el impacto visual, llamar la atención y sorprender al personal con un mensaje provocador.

-¿Y qué persiguen ustedes con el impacto visual, llamando la atención, sorprendiendo y provocando al personal?

-Está muy claro que es un canto a favor del respeto que merecen las diferencias.

-Pues yo lo que leo en ese cartel es un ataque brutal contra los que somos hombres, blancos y heterosexuales. ¿La mujer heterosexual también es imbécil? ¡Ahí se dice que los diferentes somos imbéciles!

-Ah, pues está claro que la campaña va dirigida a gente como usted, a gente que no son capaces de levantar la mirada y ver el horizonte de la igualdad…

Al terminar la conversación con la creativa sabía menos que al comenzarla, pero después de la sentencia del Tribunal Constitucional, que castiga la misma violencia de forma diferente, según el sexo, uno ya se barruntaba que ser hombre, blanco y heterosexual estaba mal visto en España. Ahora espero la solidaridad de todos esos gremios para que salgan en defensa de los diferentes. ¡Dios mío, la que se liaría si alguien se atreviera a llamar imbéciles a lo negros, maricas, moros o sudacas!

¿Somos imbéciles por no ser como ellos? De todos modos nos han dejado algunas soluciones, porque a estas alturas no podemos ser moros, negros o sudacas, pero tenemos a nuestra disposición las otras dos opciones. Tengo que indagar un poco más, porque me barrunto que esta campaña de estulticia ha sido diseñada por Bibiana, la libertaria miembra del Gobierno.

¿Dónde se ubicará el esposo de la Sra. alcaldesa de Gijón en la campaña que ha iniciado su marida? Yo, de momento porque no hay que cerrar la puerta a la modernidad, me alineo con los imbéciles, con los que acabaremos entrando en el armario.

viernes, 6 de junio de 2008

¡ Que parezca un accidente !


Unas escuchas telefónicas, autorizadas judicialmente para ultimar las pesquisas de un asesinato, han derivado hacia otras tramas mafiosas, en las que está inmersa una de nuestras actrices. Esta pretendía vengarse de un presentador de televisión, contratando los servicios de unos “profesionales” para que le dieran una paliza. Aunque la notoriedad pública de los protagonistas haga saltar las alarmas no hay nada original en todo esto. En Internet podemos encontrar la oferta de “especialistas” dispuestos a hacer un trabajito de liquidación, pero que parezca un accidente, por 60.000 dólares. Los “rompepiernas” salen más económicos, aunque hay que abonar dietas y gastos de desplazamiento.

Es verdad que algunos llevan sus fobias por los derroteros de las palizas y eso da grima y merece el rechazo colectivo, pero ¿y “Los Miami” del poder, que se prestan a cualquier juego sucio, comportándose como auténticos “rompepiernas” al servicio del que les paga? Nadie se escandaliza con los mafiosos que utilizan las instituciones para sentar las bases del miedo y “romper las piernas” del adversario. Ni con los que elaboran listas de afines y proscritos, para pagar a los cercanos y perseguir al que le cae mal? ¿Y los que intentan amordazar a los medios de comunicación, amenazándolos si no se avienen a sus intereses? ¿Y los que se ufanan públicamente de tener en sus manos la concesión de licencias y se pasan la vida mandando avisos a navegantes? ¿Y los que envían sicarios con misivas amenazantes? ¿No es eso una paliza, una forma muy efectiva de “partir las piernas” al que discrepa? ¡Es igual, pero más abundante, menos arriesgado y mucho más cobarde!

En las denuncias por maltrato se distingue entre el físico y el psicológico y no está muy claro cual de los dos es peor, más corrosivo y continuado, pero parece estar asumido que el que tiene el poder puede ejercerlo vulnerando cualquier principio de equidad o justicia. ¿Se escandaliza alguien porque se demuestre que un pueblo está siendo marginado porque su alcalde pertenece a un determinado signo político? ¿No se ve con naturalidad que los cercanos al poder tengan mejores accesos para circular por las instituciones? ¡Nadie se escandaliza porque una buena amistad acorte los plazos de una licencia, una concesión o una subvención! ¿No son también prácticas mafiosas? ¿No es eso partir las piernas al adversario? La “cosa nostra” está más extendida de lo que parece, porque sigue habiendo mucho padrino y muchos secuaces dispuestos a hacer el trabajo sucio que le encomienden.

En España, después de 30 años, seguimos en el parvulario de la democracia, seguimos tolerando caciques y reyezuelos de opereta, seguimos viendo con naturalidad que el poder se utilice de forma torticera y que el fulanito que tiene la llave de la caja de todos, la abra a capricho y distribuya según le convenga a su ombligo… ¡Y ni siquiera se toman la molestia de que parezca un accidente!