martes, 29 de abril de 2008

La jubilación de un periodista riguroso


Se ha jubilado Manuel García Carmona, para la mayoría de los lectores del diario HOY un absoluto desconocido, pese a haber sido subdirector del periódico durante los últimos 20 años. Fiel al lema de su vida, en silencio y de puntillas, para no molestar, ha concluido su actividad profesional una persona singular y uno de los mejores periodistas de cuantos han pasado por la redacción de HOY.


Manolo ha sido a lo largo de su carrera, el profesional riguroso que creía en la noticia por lo que la noticia era y sabía dar un toque de atención sin molestar. Blando en las formas, sabía detectar cualquier gol interesado que se intentara colar de rondón en la portería de HOY y razonando, te exponía una visión que en ocasiones no suele verse, pero ajeno a cualquier tipo de censura.


Como responsable de Opinión, no dudaba en llamar a un colaborador para señalarle lo que no podía salir en el periódico y si, como era mi caso, mediaba amistad, casi siempre ofrecía una alternativa antes de señalar la papelera ¿Y algo tan difícil sabía haberlo sin molestar y dejando muy claro que el colaborador de HOY tenía en él a un colaborador. Bernardo Víctor Carande me dijo un día que Manolo era la persona que mejor reñía del mundo: «¿Te llama para desmontarte un artículo que has tardado días en elaborar y encima le quedas agradecido!».


Creo que todos los que hemos pasado por las páginas de este periódico coincidimos en que en Manuel García Carmona siempre tuvimos un interlocutor cercano y un consejero oportuno. El periódico, desde fuera se asemeja a una montaña inexpugnable, porque uno no sabe a quien acudir, ni a qué puerta llamar, ni cómo saber el destino de algo que hemos enviado y nos preocupa. En estas situaciones Manolo ha sido siempre el recurso certero, porque todos sabíamos que al otro lado del teléfono siempre estaba él, dispuesto a ayudar, a sugerir o a buscar algo que se había tragado el abismo.


Manolo, pese a su puesto de primera fila en el medio más influyente de Extremadura, ha sabido estar al margen del escenario público y escabullirse de luces y plataformas que no van con su forma de ser, ni con su forma de entender el periodismo. Los que lo conocemos, y por conocerlo lo queremos y admiramos, sabemos que él se ríe socarronamente del estrellato y que tiene una habilidad innata para pasar desapercibido, dar un paso atrás y, sin ningún codazo, ceder el lugar para la foto. García Carmona es la antiestrella del periodismo relumbrón, un periodista cercano que sabe oír el silencio entre las voces y que nunca ha pretendido otra cosa que hacer su trabajo y hacerlo bien, manteniendo la objetividad y velando por el rigor informativo y el interés de HOY. Por eso se ha ido sin pena pero con mucha gloria, porque gentes de su calibre no son fáciles de encontrar.


Es posible que Manuel García Carmona no dé nunca nombre a una calle ni luzca medalla alguna, porque las personas como él tienen difícil acomodo en la sensibilidad de los políticos, pero pocos lo merecen tanto y en pocos casos estaría más justificado. Después de tantos años en HOY, en parcelas en las que se exige temple y categoría, Manolo ha salido por la puerta grande del periodismo, con el aplauso de sus compañeros y de todos los que hemos tenido la inmensa suerte de conocerlo.

viernes, 25 de abril de 2008

Más claro que el agua




La dialéctica socialista suele acudir a la perversión del lenguaje para que haciendo lo mismo cualquier decisión parezca diferente. Se opusieron al Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba el trasvase del Ebro a otras comunidades pero ahora, fruto del chalaneo partidista, hacen esta concesión exclusivamente para Barcelona. Con toda seriedad explican que no se trata de un trasvase, sino de una “interconexión de cuencas”. En los dos casos se trata de una tubería que lleva agua de un lado a otro, pero la tubería de Zapatero no se llama trasvase sino interconexión”, con lo que lo mismo da que da lo mismo. ¡Qué finos nos han salido!

¿Deja el botijo de ser botijo si lo llamamos “piporro”? ¿Huele mejor un “desahogo intestinal” que una ventosidad? Hace unos meses la consejera de Educación negó que en Extremadura hubiera fracaso escolar: “¡Aquí no hay “fracaso escolar”, aquí lo que tenemos es un “bajo rendimiento educativo!” ¡Y se quedó tan pancha porque cambiando la definición, cree que se acaba el problema de lo definido! En Extremadura no hay paro, sino una notable “carestía laboral”. ¿Pobreza? ¡No! Lo que padecemos es una “merma de recursos económicos”. ¿Revancha? Por Dios, que disparate ¡Es memoria histórica!

El caso es que, “prietas las filas”, cualquier decisión del Gobierno recibe el aplauso cerrado de las delegaciones territoriales a las que, naturalmente, ellos llaman “comunidades autónomas” La Junta de Extremadura ha emitido un comunicado impecable, apoyando la “interconexión” para Barcelona y razonando que es necesario dar agua al que tiene sed. Lástima que no se hayan acordado de los pueblos que teniendo más sed que Barcelona, se ven excluidos de la solidaria “interconexión” de Zapatero. ¡Dirán que no es lo mismo porque los catalanes tienen sed, mientras que los murcianos y valencianos sólo padecen una “carencia de recursos hídricos”! ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra, quién se atreve a comparar?

Tampoco es lo mismo dar de beber al sediento que da el Gobierno a Zapatero, como es el caso de Cataluña, que llevar agua al que vota al PP, como son los casos de Murcia y Valencia. La vicepresidenta, con ese gesto de catador de vinagre con guindillas entre los dientes, va más allá y desafía chulapona a los que desaprueban la “interconexión”: “Si quieren que los barceloneses y las barcelonesas pasen sed, que lo digan alto y claro, para que los barceloneses y las barcelonesas lo sepan” ¡Toma ya!

Pero lo más curioso es que el Estatuto de Cataluña contempla una regularización exclusiva sobre sus recursos hidrológicos, sin consideración alguna hacia las necesidades del resto de España.

Está más claro que el agua, lo que hay en Cataluña es para los catalanes y para lo que hay en España los primeros son los catalanes. ¡Qué guay!

viernes, 18 de abril de 2008

Lágrimas de cocodrilo



El llanto de Vara y de Ibarra por la publicación de las balanzas fiscales, me suena a coña marinera, a musiquilla celestial, a resignación, a incapacidad… ¡A lágrimas de cocodrilo! ¿Además de lloriquear y lamentarse piensan hacer alguna otra cosa? ¿Ignoran que detrás de la publicación llegará la exigencia de una cuota de proporcionalidad de los fondos del Estado para que el que más pone sea el que más se lleve? Al final, tal y como se preveía, Zapatero ha cedido a las exigencias de los nacionalistas, de los más fuertes, que son los más ricos, y el ronroneo gatuno que llega desde Extremadura es algo que no le inquieta porque sabe que tiene mandato imperativo en esta sucursal y que la obediencia será la solución final a cualquier dislate que se le ocurra. ¡Así ha sido siempre! Vara tuvo un buen maestro en el maestro de la claudicación.

En Extremadura llevamos 25 años lamentándonos de lo mal que nos va porque no nos hacen caso, porque los que más tienen más se llevan y porque se ha roto el principio de solidaridad, pero no pasamos de ahí porque somos sumos sacerdotes del lamento, pero al final aceptamos cualquier postura, ya imaginan para qué. Es lo de la cigarra y la hormiga, pero aquí el cuento acaba de otra forma, porque a la cigarra le va muy bien limitándose a canturrear. Extremadura premia la obediencia contra Extremadura y como eso se sabe, se dedican a obedecer y todos tan contentos porque, pase lo que pase, la cosecha de votos está garantizada. O sea, que salen para hablarnos de lo malo que es el fuego, al mismo tiempo que ayudan al incendiario con la gasolina que les da la víctima.

Si la publicación de las balanzas fiscales es tan mala y de consecuencias tan previsibles ¿por qué no ponen pié en pared y plantan cara de una puñetera vez? Fernández Vara, que tiene la confianza de los extremeños, ¿a qué espera para responder y distanciarse de lo que perjudica a Extremadura? ¡El conformismo es propio de pasotas y no todas las resignaciones son cristianas! Como en “Bienvenido Mister Marshall”, los extremeños nos contentamos con ver pasar la caravana, mientras movemos las banderitas: ¡Americaaaanos, os recibimos con alegríaaaa!/ ¡Americaaaanos, ole mi madre, ole mi suegra, ole mi tíaaaa!

En lugar de tanto llanto y tanta pamplina, el presidente de la Junta debería fijar su posición ante esta nueva ofensiva de los nacionalistas, porque las balanzas fiscales no se publicarán para informar e ilustrar, sino para agredir ¡Para agredirnos! Claro, que es menos arriesgado aquello de “¡…ole mi madre, ole mi suegra, ole mi tiaaaa!”

viernes, 11 de abril de 2008

Un juez de chivo expiatorio



Por decirlo desde el principio, el “frus-frus” de las togas me produce escalofríos. El movimiento piramidal de la Justicia para buscar un chivo expiatorio, al que colgarle las deficiencias de un sistema que permite que un pederasta ejerza su perversión con total impunidad, me parece meritorio para figurar en la portada de la enciclopedia del cinismo. En el caso de Mari Luz, la niña asesinada por un fulano condenado por delitos de igual naturaleza, hay tantos “agentes necesarios” que más que una cara, habría que buscar un calidoscopio. El juez Rafael Tirado, que dictó la sentencia y se olvidó de ella, puede merecer un varapalo del Consejo General del Poder Judicial, pero si se cierra en él el desastre de un sistema tan viciado, a otras muchas “mariluz” les espera la misma suerte.

Todos estamos bajo el imperio de la Ley, pero no parece tan claro que la Ley esté bajo el imperio de la Ley. ¿Quién vigila al vigilante que vigila al vigilante?
El juez justificó su inopia en la ausencia de una funcionaria, pero en su caso llueve sobre mojado, porque anteriormente había incurrido en la misma dejadez y ahí seguía, al frente de un juzgado en el que se acumulaban los casos hasta apuntalar el techo. Por su inoperancia fue sancionado con 50.000 pesetas y el CGPJ debió quedar muy satisfecho, porque lo dejó al frente del juzgado para que pudiera seguir practicando el deporte de mirar para otro lado. En noviembre fue nuevamente inspeccionado, pero los inspectores judiciales, qué sagaces, no detectaron nada, con lo que ya tenemos otras caras para unir al desaguisado.

No hace falta ser ninguna lumbrera judicial, para deducir que en la muerte de Mari Luz intervinieron muchos factores. Diez años después de cometer abusos sobre su propia hija, Santiago del Valle aún no había comenzado a cumplir la condena porque, según dicen, estaba en “paradero desconocido”. Tenía domicilio fijo, cuenta bancaria, pagaba luz, agua y teléfono y se presentaba en el mismo juzgado cada 15 días, pero mire usted que pena, no eran capaces de localizarlo. Los antecedentes de pederasta eran conocidos por sus vecinos y cuando Mari Luz desapareció fue detenido y puesto en libertad por falta de pruebas… ¿Paradero desconocido? Sería para reír si no fuera para llorar.

Parece que nadie se percató de lo extraño que resultaba que un fulano, que había violado a su hermana, al que tuvieron que quitarle a sus propias hijas y que tenía que estar en la cárcel, anduviera ojeando niñas por las puertas de los colegios.

¿Pretenden ahora cerrar el círculo con otra sanción de pitiminí? ¡Algunas togas deberían caerse de vergüenza!

viernes, 4 de abril de 2008

Siempre se abre una puerta




Tengo un amigo al que le han amputado las dos piernas y extirpado el bazo. La última vez que lo he llamado, apenas he reconocido su voz: “Mi telón ha bajado, Tomás, la función se acaba”. Yo sé, porque lo conozco, que el telón subirá muchas veces y que la vida pondrá en manos de mi amigo muchos guiones más. Todos conocemos casos de personas que con demostrada incapacidad física acabaron superando a los más capaces. El ciclista Louis Armstrong, después de ser un corredor “sin punta”, tras superar un cáncer ganó siete Tours de Francia consecutivos.

La historia está llena de casos de grandes mediocres, incluso de fracasados sin paliativos, que acabaron en celebridades por su fortaleza, por su ingenio, por su inteligencia…Muchos consideran que las sinfonías más profundas e intimistas las compuso Beethoven después de los 46 años, cuando estaba completamente sordo. Michael Jordan, todavía considerado como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, fue expulsado del equipo escolar por “patoso”, por su falta de reflejos.

Lo que hoy es un muro infranqueable, mañana se abre como una puerta corredera que da paso a la vida. Al otro lado el sol sale, la noche se estrella y la sonrisa vuelve. La incapacidad es siempre relativa, porque relativas son las mediciones que hacemos de ella. Winston Churchill, fue un mal estudiante, repitió sexto grado y en su expediente académico anotaron su dificultad para la comprensión lectora… ¡Además de primer ministro fue Premio Nóbel de Literatura en 1953! ¿Y el genio de los genios, Albert Eistein? No habló hasta los cuatro años, sufría una distracción crónica y tras muchos esfuerzos comenzó a leer a los siete. Clasificado como “mentalmente lerdo”, fue expulsado de la escuela y rechazado en la Escuela Politécnica de Zurich por su expediente académico.

¡La llave sirve para cerrar, pero también sirve para abrir! ¿Quién mide la capacidad del alma? Lo que cada uno lleva dentro, no tiene nada que ver con cintas métricas, relojes y calendarios. Todos los test están elaborados por conceptos estándares que no respetan la singularidad, el individuo. De una semilla escuálida e indefensa sale un árbol gigantesco como el boabab. Yo he estado en el interior de famoso drago milenario canario, que lleva quinientos años muriéndose y allí sigue, mientras que otros más jóvenes y sanos, son suelos de madera y leña de chimenea.

Mi amigo, al perder sus piernas tendrá que superar una notable dificultad, pero acabará corriendo porque es grande, tiene alma y le sobra corazón. Como en el caso de Eistein, explosionará y llegará a su meta. Y nosotros con él.