martes, 30 de enero de 2007

Madre - Abuela



Decía Albert Eisntein que “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio” y para mí que es lo que está ocurriendo con la madre-abuela, la gaditana Carmen Bousada, porque a sus 67 años tuvo y mantuvo la ilusión de ser madre. Todos los comentarios que he oído han sido despectivos, porque “mintió como una bellaca”y, de forma inmisericorde, se cae con ella en el juego de las comparaciones risibles, porque cuando los niños apunten pelusilla en el bigote la madre andará por los 80 y cuando los niños se inicien en el flirteo, la buena señora se desplazará con andaderas. Para alentar el “escándalo”, los llamados expertos se han tirado a su yugular, vaticinando problemas mayúsculos para las dos criaturas, porque, según afirman, cuando comiencen realmente su andadura por la vida, van a tener más abuela que madre, van a tener una carga añadida y van a soportar no pocas burlas, por el incalificable pecado de tener una madre tan anciana…

Bueno ¿y qué? En España hay más de cien mil niños cuidados y educados exclusivamente por sus abuelas y todo lo que se oyen son bendiciones para ellas. Son niños que están creciendo al margen de sus padres, a los que, en muchos casos, afortunadamente, ni ven, un huelen, ni oyen y no parece que de esa dependencia abuela-filial se hayan desprendido perversiones especiales para los nietos. A todos los efectos, prescindiendo del parto, han sido sus madres. Los han guiado, los han educado, los han vestido, han esperado en la puerta del colegio y, como madres, han asistido a las reuniones de padres. Los que andan con estos remilgos, en algunos casos tan ampulosos como poco reflexivos, deberían darse una vuelta por la puerta de cualquier colegio e indagar un poco en el qué y el por qué de todos esos niños que vuelven cogidos de la mano de sus abuelos. Muchos de ellos se encontrarán horas más tarde con sus padres, pero otros, no pocos, están por ley bajo la custodia de sus abuelos que, sin dejar de serlo, a efectos prácticos también son sus padres. ¿Se puede ser abuela y madre, pero no se puede ser madre y abuela?

No es asunto para los anales de la historia que un juez, después de informarse y sopesar sobre lo que interesa a un niño, lo erradique de sus padres biológicos, lo saque de un centro de acogida y lo entregue a sus abuelos, depositando en ellos todas las responsabilidades de los padres. Y eso está bien visto. Y nadie se ríe. Y nadie cae en lo políticamente incorrecto de demonizar una situación que se ve natural y conveniente. En esos casos, nadie se aventura a echar cuentas para reseñar la diferencia abismal de los años, pero cuando se producen situaciones que rompen esquemas y machacan prejuicios, es fácil apostatar, demonizar, ridiculizar e incluso clamar a los cielos contra el que ha osado ponernos ante una realidad que no habíamos previsto.

A Carmela Bousada, a sus 67 años, no le han caído dos nietos provenientes de desaguisados familiares. Ella ha querido ser madre y no ha perturbado ningún orden social para lograrlo. Ha querido ser madre, lo ha buscado con afán y lo ha hecho con la decisión de alguien que conserva ilusiones y capacidad. Vendió lo que tenía para sufragarse la fecundación, se trasladó a Los Ángeles y soportó el embarazo con firmeza y entereza. Los médicos que la atendieron aseguran que nunca vieron en ella flaqueza, vacilación o decrepitud… ¿Dónde radica su pecado?¿Dónde está el motivo para tanta carcajada?


¿Hay más responsabilidad en la decisión de una niña de once años o doce años , que queda embarazada en el imponderable de un festorro o tras la relación furtiva con un noviete de ocasión? En esos casos todos nos enternecemos y vemos en la madre a una heroína que paga en solitario un desliz compartido. ¡Que tierno, qué romántico, qué dulce, qué imagen tan idílica la de una niña amamantando a su muñeca y qué chocante y antiestético lo de esta madre, vieja y arrugada, con sus dos bebés en el regazo!

A fin de cuentas, parece que lo que no se le perdona a Carmela Bousada es que tenga más arrugas en la cara que en su corazón. En su corazón de madre.

lunes, 29 de enero de 2007

817 cruces


Un maestro que tuve, paciente y sabio, siempre que hablábamos de cantidades mayores nos pedía que las dibujáramos mentalmente para poder asimilarlas. ¿Un millón de palomas? Nosotros, siguiendo su solicitud, las imaginábamos en fila, una a una, cubriendo los espacios y las distancias y después nos atrevíamos a traducirlas en metros: “Yo he llegado desde aquí a mi casa, y yo desde aquí al ayuntamiento, y yo desde aquí a la peluquería de Juan, y yo…” El caso es que el procedimiento, por rudimentario que parezca, servía para asimilar las cantidades y tomarle el pulso a las distancias, porque veíamos que un millón es algo más que un uno y seis ceros.

Pues bien, siguiendo la metodología de mi maestro, cuando leo que ETA ha asesinado a 817 personas, yo hago abstracción del número, que es frío e impersonal, e imagino una fila de 817 cruces, en fila, una detrás de otra, clavadas en la cabecera de cada montículo y sitúo sobre la confluencia de los palos una tablilla y después intento personalizar cada tablilla con un nombre. Detrás del nombre sitúo un pueblo, una familia con su dolor, con su desgarro, con su mutilación, con su desestructuración, con… y el reguero de sangre da la vuelta a España, porque incluso Extremadura, donde no ha habido ningún atentado, ha puesto 54 cruces, 54 sonrisas en la cara de la gentuza como De Juana Chaos. ¿Y los 18012 mutilados, los 19 parapléjicos, los lesionados cerebrales, las secuelas sicológicas? De esos ni nos acordamos.

Pero mal asunto es olvidar a los caídos y alinearse en la comprensión con los que propiciaron el terror. Las 817 cruces de los asesinados por ETA debemos sellarlas a fuego en nuestras conciencias porque no hay mayor decadencia que la que propicia la perversión del lenguaje. Mientras los terroristas tienen su ruta muy definida, parece que el Gobierno anda a la deriva y con la brújula oxidada. Así ocurre lo que ocurre.

Arthur Schopenhauer decía que “no hay viento favorable para el que no sabe que puerto se dirige” y sería conveniente que los que deben guiar esta nave, España, pensaran más en la nave que en su futuro personal.

viernes, 26 de enero de 2007

De Juana Chaos, ¿enfermo terminal?


EL solo hecho de que se plantee, debata y se sopese la excarcelación de De Juana Chaos es ofensivo para la sociedad, es ofensivo para el Estado de Derecho y es ofensivo para toda la población reclusa, pero, sobre todo, para sus veinticinco víctimas directas y para las que sufrieron la vejación de sus macabros brindis. Hace ocho años, cuando ETA asesinó al concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, al ver a los dos niños huérfanos llorar por sus padres, escribió: "Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestra sonrisa y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella ya he comido para todo el mes".

Si el llanto de dos niños ante los féretros de sus padres le da alegría y alimento para un mes, lo que necesita De Juana Chaos , antes que la excarcelación, es una buena sesión para poder recrearse en el dolor de las víctimas. Deberían pasarle un álbum fotográfico. Pero es que, en su desprecio, su odio y osadía, llegó incluso a solicitar por instancia oficial langostinos y champán para brindar por el asesinato del concejal Tomás Caballero, en 1998. Mucho ha debido cambiar este sanguinario terrorista para que ahora, apenas ocho años después, nada menos que el presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero, lo defina como «un hombre que está en el proceso de paz».

Cuando escribo ésto aún no se sabe la decisión del pleno de la Sala Tercera de la Audiencia Nacional, pero el debate es tan estrafalario que me atrevo a aventurar que no habrá tal excarcelación. Es imposible. Semejante disparate, sentaría un precedente tan grave que alteraría todas las sentencias, porque señalaría a todos los presos el camino a seguir para lograr la libertad. Ayer mismo, decía el ministro de Justicia que «ésta es una práctica habitual que se aplica a reclusos cuya salud es tan precaria que se la cataloga como terminal». Pero esto, con todos mis respetos hacia el ministro, es absolutamente falso. El artículo 196.2 del Reglamento Penitenciario regula esta medida, que es verdad que se aplica con relativa frecuencia, pero nunca, jamás, se ha aplicado a reclusos que se autopropician el 'estado terminal'.

Cuando un recluso sufre una enfermedad de efecto mortal, médicamente catalogada sin retroceso, los médicos informan a las juntas de tratamiento penitenciario y éstas elevan al juez de vigilancia una propuesta de excarcelación para que el recluso pase los últimos días con su familia y pueda morir en su casa. Pero es imprescindible para tal medida una demostrada 'buena conducta' y nunca se ha aplicado por autolesiones, que es el caso concreto que nos ocupa. Pero es que, además, un enfermo terminal es algo muy diferente a un enfermo 'terminal' por huelga de hambre, porque si cesa la causa, cesa la consecuencia y, al margen de las secuelas que pudieran concurrir, al comenzar a ingerir alimentos lo terminal deja de serlo. La aplicación de semejante medida a un terrorista con veinticinco muertes en su haber pondría en el disparadero a todo el sistema judicial y alteraría las penas privativas de libertad, porque, finalmente y al margen de lo que los jueces determinen, éstas quedarían sometidas a la determinación del sentenciado, que poniéndose en huelga de hambre o causándose lesiones graves pero no irreparables, quedaría en libertad.

De Juana Chaos no ha demostrado en ninguna ocasión arrepentimiento y están muy cerca sus alegrías y sus brindis por la barbarie terrorista. Me ahorro el calificativo que me merece alguien como él, que se regocija por la cara de sufrimiento de dos niños que lloran ante los féretros de sus padres. Lo de que «está en el proceso de paz» se lo ha debido de decir al oído a Zapatero, porque nadie más lo sabía.

PD.- Una vez concluido y enviado a HOY este artículo, me entero de que los jueces, como era previsible, han desestimado el disparate de dejar en libertad por su enfermedad voluntaria al terrorista.

sábado, 20 de enero de 2007

Zapatero, preso de los separatistas


En la mollera superdemocrática de la cofradía del “talante”, no caben las discrepancias y todos tenemos que pensar con la misma cabeza y caminar cogiditos de la mano. Son tan abiertos, tan plurales y acogedores que el que se sale del redil es apuntado en el listado de los malos y contra él se emite edicto de “busca y captura”. Para esta gente es más peligroso el rebelde que los propios terroristas y con la soflama de “democracia, paz, libertad, participación, ciudadanía y talante” construyen discursos en espiral, tan vacíos como ellos mismos. Es curioso, pero el PSOE se mimetiza según su secretario general y si ayer se parecían todos a Felipe González, hoy se parecen todos a Zapatero.

Pero Zapatero, cada día más perdido, ante la imposibilidad de sumar adeptos a su causa, se suma él mismo a la causa de todos los demás y así se hace la ilusión de que los tiene a todos. A todos menos al PP, que es el malo de esta historieta que él mismo se ha montado. Pero analicemos quienes son los otros, hagamos recuento de quienes son los que lo siguen y acompañan en esta locura:

Es verdad que entre ETA y el PNV, BNG, ER hay un abismo y sería perverso no reconocerlo de salida y de entrada. Los tres partidos nacionalistas-separatistas persiguen lo mismo que los terroristas, pero la diferencia que los separa está en el método, porque ellos no ponen bombas, no extorsionan, secuestran, ni asesinan. Pero reconocida, sentada y asumida esa trascendental diferencia, a partir de ahí todos ellos coinciden con ETA en la aversión al concepto de España. Todos ellos proclaman que se sienten incómodos en España. Todos ellos miran a España con ojeriza y, alguno de ellos, incluso se caracteriza por quemar la bandera de España en sus festorros. Todos ellos reniegan de la Constitución española, a la que han llegado a quemar públicamente.. Todos ellos aspiran a reformas estatutarias que les permitan campear a sus anchas y distanciarse de los españoles y todos ellos, ay, apuestan por proseguir el “proceso de paz”. ¿Que por qué no digo nada de IU? Porque de IU no tengo nada que decir. Y punto. Tampoco digo nada de los de CIU, porque ellos son nacionalistas circunstanciales, anclados en el nacionalismo mercantil.

Visto lo visto, ¿quién está con quien, quien usa a quien y quien galopa sobre el peligroso lomo de los separatismos? Resulta paradójico, pero aquí es el perro el que se ha subido a la garrapata. Los nacionalistas separatistas no están con Zapatero, pero Zapatero sí está con los nacionalistas-separatistas y prestándose a ser correveidile de sus ideas antiespañolas. ¿Qué es lo que quieren los de Ezquerra Republicana, los del Bloque Gallego, los del PNV o los terroristas? Ellos lo tienen mucho más claro que Zapatero y lo extraño es que el PSOE, que es un partido nacional y democrático, no ponga freno a esa desgracia que les ha caído encima. A ellos y a todos los demás.

viernes, 19 de enero de 2007

Erre que erre


Como estaba anunciado, porque era absolutamente previsible, la coral, con sus correspondientes solistas, entre los que hay mucho tonto útil y algún voluntarista de “agilipollas sin frontera”, ya salió a la palestra para subrayar poco menos que los atentados de ETA benefician al PP, que el PP está frotándose las manos por el atentado de Barajas, que el PP está aislado en la lucha contra el terrorismo, que el PP no tiene el respaldo de ningún partido, ni de la ciudadanía, ni del mundo de la cultura… Y todos coincidiendo en la demonización del PP por no asistir a la manifestación montada contra el PP. ¡Cuánto listo de ocasión, cuánto analista de medio pelo y cuánto politólogo de tienda cien!

¿Cabe mayor perversión que la de pretender que el que acierta rectifique para sumarse a los que se han equivocado? ¿Quién tiene que rectificar, el que acierta o el que se confunde? ¿Quién tiene que cambiar de criterio y de estrategia, el que apostó por la componenda con los que han puesto las bombas o los que alertaron desde el principio que eso era un error? ¿También está confundida la Asociación de Víctimas del Terrorismo y el Foro de Ermua? ¿Refuerza mucho que en la manifestación participen los separatistas de Ezquerra de Cataluña o que el PNV monte algo parecido en el País Vasco? ¿No fue Carod Rovira el que negoció con ETA la territorialidad para los atentados, excluyendo a Cataluña? En cuanto al apelativo de “mundo de la cultura”, encabezado por la señora Barden y doña Loles León, lo mejor es escucharlas para calibrar la objetividad, cultura e imparcialidad con que se expresan. En ocasiones como esta, la soledad acompaña más que el bullicio de los feriantes

¿Qué mensaje está recibiendo ETA de toda esta gente, PSOE y Gobierno incluidos? Han matado a dos personas y han volatizado un edificio de cinco plantas, han proseguido con la lucha callejera, no han dejado de armarse y siguen enviando cartas a los empresarios, pero continúan recibiendo guiños de complicidad para pastelear un acuerdo supuestamente imposible. ETA no ha renunciado a ninguna de sus tres exigencias fundamentales: autodeterminación del País Vasco, anexión de Navarra y amnistía para los terroristas encarcelados. Si después del atentado y después de mantener estas exigencias como innegociables, Zapatero no descarta proseguir el “proceso de paz”, lo que se le está diciendo a los terroristas es que todo se puede negociar. Se le está diciendo que la extorsión es rentable, se le está diciendo que la vía del terror es adecuada, se le está diciendo que no hay bombas que rectifican el criterio de negociar y se le está diciendo que “se comprende” la ofensiva de Barajas, que han tomado buena nota del aviso y que procurarán ser más diligentes.

¿Cómo se puede pretender que el PP acuda a una manifestación montada exclusivamente para abuchear al PP? Las consignas estaban dadas y desde dos días antes se conocía las leyendas de algunas pancartas en las que, como se vio después, se criminalizaba al PP. Los móviles funcionaron como el 11-M y con el “pásalo” vomitaron “por la paz y contra el PP, todos a la manifestación”. Un actor argentino afincado en España, del club de los culturetas, dijo: “esperamos que el PP, la derecha reaccionaria, no caiga en la indecencia de acudir a la manifestación”. Y el mismo actor, durante la manifestación, afirmó: “la ausencia del PP lo delata, está muy claro que lo que pretenden es rentabilizar el atentado”.

Ante ese panorama ¿debía el PP prestarse a la comedia y participar en el enredo? Es curioso que los “analistas” espontáneos que después han salido para subrayar la ausencia del PP, no hayan hecho ninguna referencia a la AVT, que tampoco estuvo. ¿Será porque las víctimas no están con las víctimas? Para conocer el trasfondo de algunas manifestaciones basta con saber que los compinches etarras de Batasuna pretendían asistir a alguna de ellas y que eso fue entendido como “un gesto esperanzador”.

Mal asunto si se hace una manifestación contra los lobos por matar corderos y a ella acuden los lobos y no los corderos.

viernes, 12 de enero de 2007

País de locos


¿Cómo verán desde fuera a un país que tras sufrir un atentado terrorista, convoca una manifestación contra el terrorismo, a la que deciden ir los terroristas y en la que no participan las víctimas del terrorismo? ¿Cómo verán desde fuera a un país que tras sufrir un atentado terrorista, en pleno proceso de diálogo del Gobierno con los terroristas, este exija a la oposición que se oponía al diálogo, que rectifique sus postulados y apoye al Gobierno para hacer un frente común contra el terrorismo? ¿Cómo verán desde fuera a un país que tras sufrir un atentado terrorista, con dos víctimas mortales, el presidente del Gobierno, por error, lapsos o idiocia permanente, tilde por tres veces consecutivas el atentado como “accidente mortal”?

Se dice que la política antiterrorista debe marcarla el Gobierno y que todos los partidos deben apoyarla sin fisuras, porque así se ha hecho siempre. En principio parece razonable, pero deja de serlo cuando el Gobierno se contradice permanentemente y cuando la contundencia de los hechos demuestra que está confundido, que está desorientado y que nos lleva a un precipicio porque sus pasteleos con los terroristas da razones al terrorismo para continuar con el terror, porque a más terror, a más muertos sobre la mesa, más mansedumbre por parte del Gobierno y más chulería y legitimidad para los propios terroristas.

A estas alturas, por penoso que pueda resultar, los terroristas se muestran más firmes y seguros que el propio Gobierno. Son ellos los que llevan la iniciativa, los que marcan los tiempos, denuncian supuestos incumplimientos, exigen respuestas, dan explicaciones públicas y, además, mantienen sus exigencias de siempre: autodeterminación del País Vasco, anexión de Navarra y libertad para los presos de ETA. ¿De qué incumplimientos hablan los terroristas? ¿Si ha habido acuerdos ocultos, difíciles de creer, cual o cuales de las tres exigencias no ha cumplido el Gobierno? De todos modos, el comunicado de ETA asumiendo la autoría del atentado de Barajas, deja muy claro que hay poco que negociar con la banda porque, una vez más, su planteamiento es muy simple: “ o el Gobierno de España se rinde, se arrepiente, rectifica y reconoce que llevamos razón, o en el otro platillo de la balanza ponemos la razón de las bombas y el tiro en la nuca” Ya sé que dicen más cosas, pero el resumen de toda su larga perorata es ese e incluso aún puede resumirse un poco más: “ETA tiene razón y España debe pedirle perdón por los sufrimientos causados a la banda”.

¿Hay que hacer seguidismo de los palos de ciego y bailar según la música que toca Zapatero? Al margen de la política, sus tomas y dacas, yo creo que nada de lo que está pasando es normal porque el que no parece muy normal es el propio Zapatero. Y esto, de verdad, de verdad, que lo creo en conciencia y sin que medie ideología o política alguna. El propio PSOE, que tiene gente de peso y seso, debería tomar la iniciativa para declarar su incapacidad. Zapatero no es normal.

martes, 9 de enero de 2007

A propósito de los independientes


Figurar como independiente en la candidatura electoral de un partido político no es, no puede ser, una canonjía para liberarse a placer del compromiso contraído, con el partido y con el electorado. El enlace, renovable o no, es por cuatro años y aunque durante ese tiempo pueden surgir desavenencias y discrepancias mayores, nunca, bajo ningún concepto, se puede honestamente dañar al partido, entorpecer el proyecto y traicionar al electorado que lo votó. Estar casi dos años esgrimiendo la condición de independiente , para justificar la pirueta del transfuguismo, no es más que un vano intento para encontrar acomodo entre lo que hacemos y lo que debemos hacer, porque cuando el desencuentro no tiene solución, lo más ético, y lo más estético, es un caballeroso ahí se quedan ustedes . Con su partido y con el escaño.

Cuando alguien se refugia bajo el paraguas protector de unas siglas, asume un programa, acepta a un líder y a un grupo como propio, la condición de independiente no es más que un apéndice que poco dice y nada debe importar, porque estampar la firma en una hoja de afiliación no exige más compromiso que aceptar la participación bajo unas siglas concretas. Es mas, creo que los independientes , si lo son de verdad, están obligados a trabajar más y a ser más escrupulosos con los compromisos contraídos, para demostrar que el partido que lo acogió no se confundió cuando lo hizo. La independencia, que es un atributo que también deben tener los militantes de un partido, se ejerce participando, trabajando, razonando e incluso discrepando, pero no dando un portazo y anclándose en la orilla opuesta, para presionar, hacerse el machito, elaborar una plataforma personal y, finalmente, dañar el patrimonio que el electorado prestó.

Lo más honesto es irse media hora después de haber devuelto el escaño, pero envuelto en papel de celofán y sin montar circos mediáticos, que son efímeros fogonazos de gloria, pero que en el fondo, y en la forma, delatan al circense. Entregar un acta y dejar un escaño, después de haberlo manoseado y cuando ya es prácticamente inservible, no es más que una forma de reconocer que el escaño era prestado y que en la conciencia del que lo devuelve eso estuvo claro desde el principio. ¿Que nunca es tarde para rectificar? Es tarde porque con la pirueta se quebrantó un plan de gobierno legitimado democráticamente en las urnas. Es tarde porque durante el tramo más importante de la legislatura se dejó en minoría a la mayoría que decidió el electorado. Es tarde, porque uno no puede torcer el brazo a los que lo votaron por ir donde iba. Es tarde, porque en las decisiones claves, el escaño estuvo en la orilla opuesta, causando inestabilidad y mucho daño. Y es tarde, porque los pocos meses que restan de legislatura el daño que se pudo causar se causó. Después de tanto alfilerazo, suena a coña extemporánea semejante gesto caballeresco.

Todos los partidos, y mucho más los que se presentan con serias posibilidades de estar o de llegar, andan sobrados de candidatos y es un gesto de generosidad por parte del partido y de sus afiliados, ceder el paso a los independientes, dándoles una cobertura electoral que no tienen. Llegar, mojar y comenzar con las diferencias insalvables no son más que ganas de enredar, porque la mejor manera de ser y de parecer independiente, es ponerse al margen, pero con todas las consecuencias. Mientras no haya listas abiertas, los votos del conjunto van al conjunto y pertenecen al conjunto, no a una singularidad, por muy notable que esta sea.

Ser independiente, participando en política, es sólo un recurso dialéctico, porque el que de verdad quiera ser independiente lo mejor es que se quede en su casa. Llevo muchos años en política y todavía no conozco a nadie que esté a la fuerza.

lunes, 8 de enero de 2007

No son gente normal


Una de las dificultades más grandes para establecer cualquier acuerdo con ETA y aledaños, es que no son gente normal, no piensan con nuestro hemisferio y no responden a nuestras claves emocionales. Como muestra más reciente de esta imposibilidad podemos analizar, muy de pasada, las recientes declaraciones de Fernando Barrena, uno de los portavoces de Batasuna: “A falta de un comunicado de ETA, hoy por hoy, hablar de ruptura es especular” Si lo que dice este fulano es lo que quiere decir, resulta que para él, o para Batasuna, aunque haya bombas, aunque haya víctimas y aunque se volatice un edificio de cinco plantas, el llamado “proceso de paz” sigue adelante mientras ETA no haga un comunicado diciendo lo contrario. Y también sigue adelante el “alto el fuego permanente” porque ellos creen más en lo que ETA dice que en lo que ETA hace y más en los papeles que en la contundencia de los hechos. Da igual que bajo los cascotes de Barajas haya dos o doscientas víctimas, porque mientras ETA no lo diga, el alto el fuego sigue vigente y, por tanto, el proceso de paz es “más necesario que nunca” ¿Cómo se razona con gente así? El Nóbel de Química para el que lo averigüe.

Pero si es malo que no entendamos a esta gente, peor es aún que lleguemos a entenderlos, porque eso indicaría que hemos engrosado las listas de la anormalidad, aunque algunos, aventajados ellos, ya se aproximan a la lógica etarra. Cuando todavía no había aparecido ninguna de las víctimas, en una tertulia televisada uno de los participantes habló de ellas, dando por seguro que estaban entre los escombros. Bueno, pues un tipo de pelo blanco, que parece recién salido de un ataúd después de un mes sepultado, lo corto violentamente, a voces y con ademanes de sufrir calambres espasmódicos en todo su cuerpo: “¡No hables de víctimas, porque no hay víctimas, que es que parece que estáis deseando que aparezcan para poder poner los muertos en lo alto de la mesa! ¡ETA no mata desde hace más de tres años y de momento lo absurdo es hablar de ruptura del proceso de paz porque se rompan unos cuántos automóviles”! O sea, lo mismo o parecido a lo que dice el portavoz de Batasuna.

Nunca se sabe muy bien que es lo que quiere decir ETA o los proetarras, aunque esto no sea exclusivo en ellos porque ¿que quiso decir Zapatero cuando, con la solemnidad que le caracteriza, mirando el horizonte, afirmó aquello de “pondré lo mejor de mi mismo y toda la fuerza democrática para lograr la paz, si cabe con más convencimiento que nunca? Todos los analistas vienen a coincidir en que estas palabras atemperan mucho la rotundidad de Rubalcaba cuando un día antes afirmaba que el proceso había concluido. Parece que Zapatero no lo tiene tan claro y en lo de “mas convencido que nunca” se aproxima mucho al “más necesaria que nunca” del portavoz de Batasuna. ¿Habrá cambiado de criterio tras el hallazgo de los 100 kilos de explosivos listos para ser usados en otro atentado? Si a más violencia de ETA el gobierno responde con más necesidad de lograr un acuerdo con ella, a ETA se lo ponen muy fácil: más violencia, más violencia, más violencia y más violencia, porque mientras peor para nosotros, mejor para ellos. Bueno, pues ni así. Aunque se llegara al absurdo de que el Estado entregara las armas a ETA, ni así dejaría ETA de matar y extorsionar.

¿Cómo juzgar a unos interlocutores que, al mismo tiempo que se sientan a una mesa para “negociar las bases estables para el proceso de paz”, están robando pistolas y munición, automóviles, componentes químicos y electrónicos para fabricar bombas, quemando cajeros, autobuses y extorsionando a los empresarios con misivas amenazantes, al mismo tiempo que el Gobierno, la otra parte, lleva el asunto al Parlamento Europeo para justificar la negociación con ellos? Algunos pensaran que lo de ETA es deslealtad, que juegan con las cartas marcadas, pero a mí me parece que el tema es más simple porque estos tíos no son normales, aunque lo que, lamentablemente, no podemos negarle a ETA es coherencia y firmaza en sus planteamientos.

Tampoco me parecen muy normales los aulladores de la luna, los que se dedican permanentemente a justificar cualquier bobada solemne y permanecen al acecho debajo de cada alfombra. A ETA no la entiendo y Zapatero lo pone muy difícil, pero a estos polichinelas los entiendo perfectamente. Por eso me dan asco.