lunes, 16 de mayo de 2005

El Papa no recibe al Rey


Posiblemente la noticia no salga en parte alguna, porque aquí tenemos un acuerdo tipo “cosa nostra” para todo lo referido a la Casa Real, pero es absolutamente cierto que el Papa, Benedicto XVI, “por problemas de agenda”, no puede recibir al Rey de España. Esto no había ocurrido nunca, pero tampoco nunca antes España había dado cantadas de “talante” como las de ahora y aunque la Iglesia no va más allá de los “problemas de agenda”, parece evidente que el desencuentro con el Gobierno/Estado español está servido. En política exterior estamos jugando a la gallinita ciega y eso tiene sus lógicas consecuencias. ¿Más ejemplos? Haylos.

Con sordina hemos sabido que EEUU inclinó la balanza de las olimpiadas hacia Londres, porque la favorita para muchos, España, tiene una política exterior “demasiado errática”. Tras caer Moscú y Nueva York en la primera y segunda votación España cogía la cabeza. ¿Por qué nos dieron “puerta” en la tercera? Porque EE.UU y sus aliados, que son casi todos los demás, vieron poco conveniente dar protagonismo internacional a la inconsistencia de un gobierno que, a estas alturas, marca sus preferencias por Hugo Chávez y Fidel Castro. En EEUU siguen reponiendo con mucha frecuencia la imagen de Zapatero, sentado despreocupadamente, mientras pasaba su bandera. Y como resulta que allí respetan a su emblema nacional, pues muchos incluso hacen ascos a los productos españoles. ¿Más? Si, lo del príncipe Alberto de Mónaco.

Ahora toda la prensa/radio/televisión española están tirando dardos a Alberto de Mónaco por sus dos salidas de madre. Ha sentado fatal que el monegasco preguntara por los atentados de ETA en plena votación olímpica y ha vuelto as tocarnos las narices cuando ahora se preocupa por el ingreso de Gibraltar en el COI. ¿Es esto es un disparate de Alberto de Mónaco, que se ha vuelto loco en un parpadeo?. Veamos. Lo que circula por Mónaco, que también tiene prensa, radio y televisión es que las mayores ofensas internacionales contra el Principado salen de España. A saber: las princesas Carolina y Estefanía son dos casi pu..., que van de borrachera en borrachera. Estéfano, el hijo de Carolina, es un chulín, borrachillo, medio drogata y fanfarrón que se pelea con todo el que pasa por su lado. El marido de Carolina tiene incluso sección fija en un espacio televisivo, como borracho compulsivo, meón y peleón. Rainiero, el padre fallecido, fue un pobre hombre, incapaz de controlar a su prole y todavía menos capaz de controlar los devaneos amorosos de Cracia, su esposa. ¿Y qué decimos de Mónaco? Es un paraíso fiscal, cueva de mafiosos, evasores y ladrones...

Puede que todo se ajuste a la verdad, pero la verdad es la verdad para todos, todos los países la ven y todos conocen las correrías de todos los principados y monarquías... Las gracias de España no hacen mucha gracia fuera de España y un puntazo aquí y oro allí, nos estamos quedando como el gallo de Morón. Ya se sabe, sin plumas y cacareando.

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